Me echaste para atrás,
tu forma de querer
fue una condena.
Siempre doliendo,
tantas heridas marcadas.
Un pasado hiriente,
me come por dentro.
Tantas veces
dije que si
y quedé muerta en vida.
Escapé de tu mente,
de tus palabras desgarradoras
y no estuviste cuando
mi mundo se vino abajo.
No dolió tu partida,
dolió el futuro perdido.
Mi otra mitad,
mi salvación.
Sigues doliendo
a cada minuto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario