Cuando la mente te traiciona,
todo te confunde.
Ya no diferencias entre la realidad
y lo imaginado.
¿Cómo saber si algo existe?
Si solo tu lo miras.
Por eso el sueño queda en el olvido
y puede más los miedos
que nos atormentan
que tu deseo de salir adelante.
Deja ir todo
y quizás así encuentres
algo de paz en tu interior.
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